Por Tessa Manuello, Legal Creatives en Español
¿Qué es el diseño legal y por qué lo necesitamos?
El diseño legal es un campo relativamente nuevo que abarca todos los aspectos del proceso de diseño aplicado al sector legal. Los diseñadores legales trabajan para mejorar la experiencia de todos los implicados en el sistema jurídico, desde abogados y jueces hasta clientes.
El objetivo del diseño legal es hacer que la ley y el sistema jurídico sean más eficientes y accesibles para todos. En un mundo en el que el ciudadano medio apenas entiende de leyes, el diseño legal puede desempeñar un papel vital para garantizar que todos tengan el mismo acceso a la justicia.
Además, al agilizar el proceso legal, el diseño legal puede ayudar a reducir los costos de la administración de justicia y mejorar la eficiencia general del sistema jurídico. En resumen, el diseño legal es una herramienta esencial para mejorar la administración de justicia en el siglo XXI.
Historia del diseño legal
El diseño legal como uso intencionado de métodos y herramientas de diseño para aumentar la eficacia y eficiencia de los servicios jurídicos es un concepto relativamente nuevo. Fue acuñado por primera vez por la Dra. Colette R. Brunschwig en Suiza, en la década de 1990, cuando comenzó su investigación doctoral en la Universidad de Zúrich sobre la visualización de las normas jurídicas, cuyo trabajo obtuvo un premio de investigación en 2001.
En la década de 2000 con el auge del Design thinking y luego en la de 2010 con el diseño de experiencia de usuario (UX) para crear innovaciones tecnológicas, surgió en la universidad de Stanford el interés por aplicarlo al ámbito jurídico. En 2013, Margaret Hagan lideró un experimento en la d.School de la Universidad de Stanford reuniendo a ingenieros, diseñadores y abogados para explorar la posibilidad de aplicar esta metodología al mundo del derecho con vistas a hacerlo más usable.
En la actualidad, el trabajo del Stanford Legal Design Lab se inspira en la urgente necesidad de humanizar la experiencia del sistema judicial y de aprovechar las nuevas tecnologías para lograrlo. El trabajo del laboratorio es una prueba de que incluso los sistemas complejos pueden diseñarse para ser más accesibles y eficientes.
En los últimos años, el Legal Design se hizo más popular, especialmente con la Legal Design Summit celebrada en Helsinki (Finlandia) en 2017, que reunió a los pioneros en el campo junto con una audiencia entusiasta de profesionales del derecho sedientos de creatividad e innovación. Con el mismo espíritu, la Legal + Design Summit fue organizada en 2019 en São Paulo (Brasil) por la mayor EdTech de LATAM, Future Law en asociación con Hi-Law, reuniendo a oradores de la región, así como de Europa y América del Norte.
Hoy en día, con más investigación académica, estudios empíricos y material de Legal Design, el potencial del Legal Design ha crecido exponencialmente no solo para rediseñar la información legal o contractual, sino también para apoyar la transformación digital y la adopción de tecnología en el sector legal.
Elementos del diseño jurídico
El diseño legal tiene sus raíces en el pensamiento de diseño, que es un proceso para la resolución creativa de problemas que ahora se está aplicando al Derecho. El pensamiento de diseño comienza centrándose en la comprensión del usuario, o cliente, y sus necesidades. Una vez definido claramente el problema, se generan diversas soluciones posibles. Estas soluciones se seleccionan y refinan hasta llegar a una solución óptima.
El uso de elementos visuales es fundamental en el diseño legal, ya que ayuda a comunicar ideas de forma clara y rápida en cada paso del proceso. Los elementos visuales también pueden utilizarse para crear documentos jurídicos más eficaces porque son más fáciles de entender y suponen una menor carga cognitiva para los lectores.
Pero el uso del diseño legal para facilitar la incorporación de la tecnología también es importante, ya que puede ayudar a automatizar tareas repetitivas y liberar a los abogados para que se centren en un trabajo de mayor valor añadido. Esto es especialmente relevante ya que se espera constantemente que los bufetes de abogados y los departamentos jurídicos hagan más con menos. Aplicando los principios del diseño legal, los abogados pueden trabajar de forma más inteligente, no más dura, y ofrecer mejores resultados a sus clientes.
Como dijo Mark A Cohen, colaborador de Forbes: "El sector jurídico, a diferencia de muchos de sus clientes, todavía tiene que experimentar un cambio de paradigma, de proveedor a centrado en el cliente".
El Financial Times señalaba recientemente que, desde 2020, muchos grandes estudios de abogados emplean a diseñadores jurídicos en plantilla y ofrecen formación en pensamiento de diseño para fomentar una mentalidad más centrada en el cliente. Linklaters y Gilbert & Tobin, con sede en Australia, han estado trabajando para integrar la mentalidad y la metodología del diseño legal en su trabajo diario para centrarse más en el cliente. HSBC también ha puesto en marcha muchos proyectos que utilizan el diseño legal para que sus clientes puedan acceder más fácilmente a sus condiciones de venta al por menor.
Cómo implantar el diseño jurídico en su bufete
En el panorama jurídico actual, las expectativas de los clientes son más altas que nunca. Para satisfacerlas, es esencial adoptar enfoques innovadores y probados, como el diseño legal.
En esencia, el diseño legal consiste en hacer que los conceptos y servicios jurídicos complejos sean más relevantes para los clientes y usuarios. Esto puede lograrse de diferentes maneras, incluido el rediseño de documentos, el uso de elementos visuales y la simplificación del lenguaje, pero también ayuda a mejorar los flujos de trabajo, la comunicación y, en última instancia, la satisfacción del cliente.
Cuando se utiliza para apoyar la transformación digital de los departamentos jurídicos y bufetes de abogados y el desarrollo, así como la integración de nuevas tecnologías, el diseño legal ayuda a garantizar el éxito de los proyectos con un ROI ( tasa de retorno de inversión ) tangible que se puede medir con métricas.
Recursos para aprender más sobre diseño legal
Aunque algunos pueden ver el diseño legal como una tarea desalentadora, no tiene por qué ser una empresa abrumadora. Incluso con cero conocimientos de diseño, cualquier abogado dispuesto a aprender puede utilizar con éxito la metodología, las técnicas y la mentalidad del diseño. El objetivo no es que los abogados se conviertan en diseñadores, sino que apliquen la metodología para diseñar servicios jurídicos centrados en el cliente, eficientes y profundamente satisfactorios, ¡todo al mismo tiempo!
Dando pequeños pasos, puede tener un gran impacto en su práctica, y sus clientes notarán la diferencia. He aquí algunas formas sencillas de empezar: Simplifique el lenguaje utilizado en el documento legal sin perder precisión jurídica, organice la información en las políticas de manera que permita a los usuarios hojear y escanear para que puedan encontrar lo que necesitan más rápido, integre elementos visuales en sus memorandos para aclarar conceptos complejos para el juez y realice pruebas de usuario para comprender cómo su departamento legal o bufete de abogados puede mejorar continuamente su experiencia de cliente.
Si estás buscando alcanzar tu siguiente nivel con la metodología de innovación más potente hoy en día, entonces la metodología de Diseño Legal es para ti. Puedes construir una carrera legal profundamente satisfactoria, y al mismo tiempo, proporcionar un servicio que será mucho más satisfactorio para tus clientes.
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El diseño legal ha demostrado en numerosas ocasiones mejorar significativamente la experiencia del cliente, aumentar el compromiso de los usuarios con la ley y la información legal y también ayudar a los profesionales del derecho a contribuir significativamente al éxito de sus clientes y, por extensión, de su práctica legal.
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